jueves, 21 de julio de 2016

Antecedentes para un punto de partida

El manejo del recurso natural hídrico ha entrado en crisis. Ante la perspectiva de una problemática múltiple causada por la escasez de agua, el debate técnico se ha volcado hacia la construcción de propuestas racionales para un aprovechamiento más sostenible.

El Ecuador no se ha visto ajeno a estas discusiones, ain embargo, la temática de las mismas en su mayor se ha derivado hacia su uso como suministro de líquido vital para los centros urbanos, el apoyo a las actividades agrícolas-ganaderas, las obras civiles asociadas a esos usos y a la mejora de las relaciones en las que se involucran los actores sociales encargados del manejo del recurso, tales como las llamadas Juntas de Agua.

Mas allá de las declaraciones gubernamentales que se han condensado en diversos cuerpos legales hay que señalar que la problemática de la contaminación de los ríos originada por los vertidos derivados de las actividades agrícolas, ganaderas, industriales y municipales no ha sido lo suficientemente estudiada, lo que hace que la visión sobre este tema sea mas bien fruto de la percepción popular, lo que muchas veces dificulta apreciar la verdadera dimensión de este problema.

Progresivamente las autoridades involucradas en la toma de decisiones en el país han ido tomando conciencia de la relevancia de esta situación, y las consecuencias irreversibles de mantener una postura de inactividad hacia ella, por lo que se evidencia que algunas ciudades han empezado a plantear de manera concreta planes de mitigación, que en el caso particular de la ciudad de Ibarra se han concretado en proyectos tales como la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Yahuarcocha o la nueva planta para el tratamiento de las descargas de aguas residuales municipales, que hoy tienen como destino el curso del río Tahuando, convirtiéndolo en un cuerpo de agua infecto,  constituyendo un grave riesgo para la seguridad de la misma ciudad.


La falta de información concreta que refleje los niveles de contaminación del río Tahuando parte del hecho que no ha existido una política que apoye la prevención a nivel de las entidades encargadas del mismo, lo que impide que se generen datos históricos y secuenciales que en otro escenario serían fundamentales para una modelación hidrológica completa. Al carecer de ellos no se pueden sacar conclusiones valederas que sirvan de indicadores confiables para evaluar la efectividad de las acciones de mitigación que deberían ejecutarse en aras de una preservación ambiental.


Un procedimiento técnico de monitoreo debe tener algunas características entre las que destacan la practicidad, la economía, la rigurosidad y la reproducibilidad. Al ser satisfactorios estos requisitos estamos frente a una propuesta que puede ser fácilmente adoptada por las entidades correspondientes para efectos de generar esa base de datos que se requiere 

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